30 de septiembre de 2013

Cleaner (Renny Harlin, 2007)

El otro día me dio por acordarme de Renny Harlin, ese director de origen finlandés que tan de moda estuvo durante los noventa y que los aficionados al cine de acción recordarán por películas de acción como Máximo Riesgo o La Jungla de Cristal 2, que fueron todo un éxito en su día. Tras un vistazo rápido a su filmografía me percaté de que aún tengo varios títulos suyos por descubrir, así que me he preparado una especie de mini-ciclo en el que iré recuperando títulos que en su día dejé pasar como La Isla de las Cabezas Cortadas o Memoria Letal, o como en el caso de Cleaner, que es la que reseñaré hoy, que ni siquiera conocía su existencia. Algo imperdonable por mi parte, ya que la película merece bastante la pena.
La cinta está protagonizada por un Samuel L. Jackson que durante esos años alternaba películas bastante olvidables como 1408 o El último asalto con otras algo más interesantes como Black Snake Moan o la divertida e inclasificable Serpientes en el avión. Con este papel de padre y ex-policía atormentado, Samuel L. Jackson logra una gran y comedida interpretación demostrando que es un actor que no solo puede funcionar en papeles secundarios, si no que es capaz de llevar todo el peso interpretativo de una película.
Cleaner cuenta la historia de Tom Cutler, un ex-policía que tras dejar el cuerpo debido a un traumático suceso que cambió su vida, decidió crear una empresa dedicada a limpiar las habitaciones donde se han producido muertes o asesinatos, una vez que la policía ha abandonado la escena del crimen. Todo cambiará en la vida de Tom cuando recibe el encargo de limpiar una escena del crimen antes de la llegada de la policía, convirtiéndose así en involuntario encubridor de un crimen. De este modo Tom, pedirá ayuda a Eddie Lorenzo, interpretado por el siempre competente Ed Harris, un antiguo compañero del cuerpo para que le ayude a intentar atrapar al verdadero asesino que le tendió la trampa que le incrimina como autor del asesinato.
Completan el reparto Eva Mendes, que interpreta a la viuda de la víctima, y Luis Guzmán, un actor secundario por el que tengo especial simpatía y que no suele defraudar en sus numerosas apariciones fílmicas.
En definitiva, Cleaner es un más que recomendable thriller con algunas licencias al cine de género negro más clásico, con el que el director finlandés demuestra que no solo domina la acción, sino que es capaz de encargarse de otros géneros, dando aquí toda una lección de como se debe rodar de manera sobria y contenida una entretenida película de suspense.

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