20 de septiembre de 2012

Sin frenos (David Koepp, 2012)

Después de ver el trailer de Sin frenos, quizá lo único que me llamaba la atención era que estaba dirigida por David Koepp, un guionista/director que en su faceta de guionista ha participado en éxitos de Hollywood tan potentes como Ángeles y demonios, la cuarta entrega de Indiana Jones, La guerra de los mundos o el Spider-man de Sam Raimi; y que en su faceta como director ha realizado películas no tan conocidas como las anteriores, pero tan interesantes como Me ha caído el muerto, La ventana secreta, El último escalón o The Trigger Effect (El efecto dominó).
Y tras su visionado, solo puedo decir que Sin frenos es una gran elección para ir al cine este fin de semana, ya que Koepp, que en esta cinta escribe y dirige, ha conseguido un más que aceptable thriller con ligeros toques de comedía que recuerda mucho a ese tipo de cine de entretenimiento que estuvo tan de moda durante los años ochenta y que parece que está volviendo poco a poco a las carteleras durante los últimos tiempos, algo que es de agradecer.
Sin frenos cuenta la historia de Wilee, un mensajero que se gana la vida en la ciudad de Nueva York jugándose el tipo con su bicicleta cada día en una ciudad donde el tráfico, los taxistas y los peatones son un peligro constante y de buenas a primeras, y sin saber muy bien como, comienza a ser perseguido por toda la ciudad por un misterioso personaje que va tras la pista de un sobre cuya entrega Wilee debe hacer en una cuenta atrás mortal que deparará al espectador unas espectaculares y adrenalíticas persecuciones a través del peligroso tráfico de las calles de Manhattan. 
El personaje protagonista está interpretado por Joseph Gordon-Levitt (The Dark Knight Rises, Looper), uno de los actores de moda en Hollywood, que lo hace estupendamente encarnando al mejor de los mensajeros en bicicleta de Nueva York, un personaje con una mezcla de habilidad y chifladura, en una constante huida hacia adelante cuyo lema es piñón fijo, cuadro de acero, sin frenos.
Por su parte Michel Shannon (Take Shelter) interpreta al villano de la función y realiza un extraordinario trabajo poniéndose en el papel de un tipo pasado de vueltas que no se detendrá ante nada para conseguir el contenido del sobre que Wilee deberá proteger con su vida.
En otros papeles secundarios hay que destacar la participación de las actrices Dania Ramirez y Jamie Chung y del actor Wolé Parks.
Como ya he dicho unas líneas más arriba, Sin frenos, es una estupenda elección para ir al cine este fin de semana si uno no sabe muy bien que ver, ya que Koepp en los 91 minutos de metraje nos cuenta una historia muy entretenida, dirigida con un ritmo endiablado y con unas muy acertadas soluciones estéticas y narrativas que sorprenderán a más de uno, y que hacen de esta cinta todo un deleite visual.
No quiero acabar esta reseña sin mencionar que tras ver esta película uno se queda con las ganas de, primero, visitar la ciudad de Nueva York, a pesar del caos circulatorio mostrado en Sin frenos, y segundo, montarse en una bicicleta (sin frenos, por supuesto) y pedalear sin parar esquivando coches a diestro y siniestro por avenidas tan transitadas como el Paseo de la Castellana.

12 de septiembre de 2012

Desafío Total (Len Wiseman, 2012)

Este viernes llega a los cines de toda España la nueva versión de Total Recall, el esperado remake de Desafío Total, película dirigida en 1990 por el director de origen holandés Paul Verhoeven y protagonizada por la megaestrella Arnold Schwarzenegger.
Es inevitable que tras ver este remake dirigido por Len Wiseman, director de Underworld, Underworld: Evolution y La jungla 4.0, surjan las comparaciones con el original del que parte, y aunque hay bastantes diferencias significativas en la historia principal, el argumento de partida es prácticamente el mismo, y podemos decir que nos encontramos ante un remake bastante fiel a la película de Verhoeven, y que además contentará a sus fans más fieles ya que la película está plagada de guiños y homenajes al film de Schwarzenegger.
He de confesar que no he leído el relato original "We Can Remember It for You Wholesale" en el que se han basado ambos films, así que tampoco puedo decir cual de los dos es el que más se ciñe a lo que escribió en su día Philip K. Dick, pero el argumento, que de la mano de Verhoeven se convertía en un enrevesado rompecabezas en el que el espectador no sabía muy bien si lo que estaba viviendo el personaje protagonista era realidad o ficción, en esta nueva versión protagonizada por Colin Farrell, la acción y los efectos especiales se imponen a un guión mucho más sencillo que cumple únicamente dando las claves necesarias para continuar la trama, salvo en algún momento puntual donde si se plantean tímidamente esas dudas en el protagonista, y por ende en el espectador.
La historia nos sitúa a finales del siglo XXI, donde la Tierra ha quedado inhabitable para todo ser humano, y el grueso de la población se ha asentado en los dos únicos lugares habitables de la Tierra, la United Federation of Britain (UFB) y la Colonia, estableciéndose una separación bastante evidente entre la población con recursos en la primera y una población que sirve como mano de obra en fábricas de robots llamados sintéticos, en la segunda, estando ambos lugares comunicados por La Cascada, un medio de transporte que atraviesa la Tierra de un extremo a otro.
Uno de estos trabajadores es Douglas Quaid, que hastiado de su vida gris y anodina junto a su mujer Lori, interpretada por Kate Beckinsale, y debido a un sueño que se repite en su cabeza noche tras noche, decide ir al centro Rekall donde le implantan una serie de falsos recuerdos pudiendo elegir la vida que él quiera. Quaid elige ser un agente secreto doble y es en ese momento cuando todo se complica y la acción, casi sin pausa, se apodera de la película y así vemos como el personaje interpretado por Colin Farrell comienza a ser perseguido por su supuesta esposa y por el cuerpo policial de los Centinelas ya que supuestamente era un agente secreto al que se le habían borrado sus recuerdos, y en su ayuda acudirá Melina, una joven que aparecía en los sueños recurrentes de Quaid, que resulta ser un miembro de la resistencia que se opone al Canciller Cohaagen, interpretado por Bryan Cranston (Breaking Bad).
En el apartado interpretativo Farrell cumple eficazmente como héroe de acción, mientras que las breves apariciones del malvado Cranston saben a poco; por su parte en el lado femenino del reparto, Jessica Biel realiza un más que correcto papel profundizando en el pasado del protagonista y como interés amoroso del héroe, mientras Lori Quade, el papel interpretado por Kate Beckinsale, toma mucho más protagonismo que el papel que interpretó Sharon Stone en la cinta original (no olvidemos que es la esposa del director) y aquí se convierte prácticamente en la villana de la función eclipsando con su perfidia al personaje de Cohaagen.
Los puntos positivos del film son, sin duda, las variadas escenas de acción y persecuciones que son espectaculares, los magníficos diseños de producción de la UFB y de la Colonia, en los que no se ha escatimado en detalles y en efectos especiales para crearlos y así podemos ver infinidad de extras, casuchas apiñadas, edificios futuristas y coches voladores por doquier. Mientras que en el otro lado de la balanza nos encontramos con que algunas escenas puedan recordarnos demasiado a otras películas como Minority Report, Yo, Robot o a Blade Runner, y también que se echa mucho de menos el humor negro de la cinta de Verhoeven.
En definitiva, y si acudáis este viernes al cine a ver Desafío Total, os encontaréis con un entretenido trhiller de acción futurista con unos espectaculares efectos especiales, y con un remake que cumple quizá demasiado fielmente con el original, apenas aportando nada nuevo de su propia cosecha a esta nueva versión de Total Recall.

4 de septiembre de 2012

Dredd 3D (Pete Travis, 2012)

El próximo viernes 7 de Septiembre se estrena en los cines de toda España Dredd, la adaptación del personaje Judge Dredd.
El personaje, creado en 1977 por el guionista John Wagner y el dibujante aragonés Carlos Ezquerra para la revista británica 2000AD, ha ido ganando popularidad con los años convirtiéndose en uno de los personajes más famosos de la historieta británica, llegando a conseguir su propia adaptación cinematográfica en 1995 protagonizada por Sylvester Stallone y dirigida por Danny Cannon. Esta producción, pese a contar con un gran presupuesto, y ser una película bastante entretenida no conseguía captar el verdadero espíritu de las historietas protagonizadas por el Juez Dredd y no dejaba de ser otra cinta de acción más protagonizada por Stallone.
Han tenido que pasar diecisiete años para que el personaje contara con una nueva oportunidad en la gran pantalla y sus responsables han sabido aprovechar muy bien esta nueva oportunidad realizando una interesante cinta de acción futurista que además cuenta con el aliciente de la espectacularidad del 3D.
El director Pete Travis (En el punto de mira) nos presenta una historia escrita por Alex Garland (Sunshine, 28 Días Después), con la ayuda de los creadores del personaje, en la que en un futuro post-apocalíptico las ciudades se han convertido en grandes concentraciones de población, en las que los criminales campan a sus anchas y en las que los únicos representantes de la Ley son los Jueces, que tienen la potestad de actuar como jueces, jurados y verdugos.
Tras la presentación de Mega City Uno, la decadente ciudad donde se desarrolla la acción y que podría considerarse como otro personaje más, la película arranca con una fantástica escena de persecución en la que se nos presenta al personaje protagonista, magníficamente interpretado por Karl Urban, y en la que se nos presenta la droga SLO-MO en una espectacular escena en cámara lenta donde se aprovechan todas las posibilidades de las imagenes ralentizadas y del 3D.
Tras cometerse unos crimenes en una de las torres de la ciudad, a Dredd le es asignado el caso y una nueva compañera, la novata Anderson, interpretada por Olivia Thirlby, a la que deberá adiestrar durante la investigación de estos asesinatos que le llevarán tras la pista de la droga SLO-MO, y de Ma-Ma, la villana de la función.
La película tarda poco en arrancar y en cuanto los dos jueces entran en las torres Peach Trees, la acción toma las riendas de la historia y las espectaculares escenas de acción se suceden una tras otra en una montaña rusa tras que no da ni un momento de respiro al espectador.
En cuanto al reparto hay que destacar a Karl Urban (El Señor de los Anillos, Star Trek) da la talla y llena con su presencia y sobre todo con su portentosa voz el casco de Dredd, un casco que por cierto no se quita en toda la película algo que hará felices a los aficionados al personaje, a Olivia Thirlby (La hora más oscura, Juno) que lo hace fenomenalmente y roba el protagonismo en muchas escenas a Urban, y sobre todo a Lena Headey que interpreta a Ma-Ma y que compone un papel de mala malísima a la que ya tiene acostumbrados a sus fans que la siguen en la serie Juego de Tronos donde interpreta a la mezquina Cersei Lannister.
El argumento de la cinta es de lo más sencillo, y sin duda recuerda a películas como La Jungla de Cristal o la más reciente The Raid, pero la historia funciona perfectamente como mera excusa para articular una serie de secuencias de acción espectaculares brillantemente rodadas que son la auténtica salsa de esta película, que va como un tiro en sus 95 minutos de metraje.
En el pase de prensa al que asistimos solo nos proyectaron en 3D los primeros 10 minutos de la cina, pero quizá merezca la pena su visionado completo en 3D, sobre todo por ver como unas líricas y bellas escenas de violencia rodadas a cámara superlenta, acompañadas de una sugerente banda sonora repleta de temas de música electrónica, pueden llegar a hipnotizar al espectador que creerá estar bajo los efectos de la SLO-MO.